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20. La huida de Elías 5
Los cascos de los caballos resonaban en el camino al palacio real. Llovía a cántaros. Apenas se paró el carro, el rey Acab saltó de él y desapareció en el palacio.
Acab: "Jezabel, Jezabel, no tienes idea de lo que pasó hoy. Fuego cayó del cielo. Y todos vieron que el Dios de Elías es el verdadero Dios. Baal no pudo ayudar y todos sus adoradores están muertos. Y en respuesta de la oración de Elías está lloviendo."
La reina escuchó atentamente el relato de Acab. ¿La convencerían ese relato y la lluvia afuera de que el Señor es Dios? No. La ira desfiguraba su rostro.
Jezabel: "Mañana mataré a Elías."
Elías se enteró de los planes de Jezabel y huyó. Corrió por su vida. Casi 200 km. Pero todavía no le pareció suficiente. Más lejos, más lejos, hacia el Sur - el miedo lo empujó hasta el desierto.
¿Tú qué haces cuando tienes miedo?
¡Dios es todopoderoso! Elías lo sabía y siempre se dejaba guiar por Él. Pero esta vez el miedo lo venció. Cuando no pudo más, se dejó caer bajo un arbusto y oró:
Elías: "Señor, no puedo más. Déjame morir."
Dios oye las oraciones. Pero esta petición no la contestó. Primero dejó dormir a Elías y luego envió a un ángel para despertarlo.
Ángel: "¡Elías, levántate, bebe y come!"
Cuando Elías abrió los ojos y miró a su alrededor, vio a su lado una jarra con agua y pan tostado. ¡Qué rico estaba! Se durmió otra vez y otra vez lo despertó el ángel para decirle que comiera y bebiera. Dios siempre está presente. Eso lo experimentó el profeta de Dios por la manera amorosa en que Dios cuidó de él en medio del desierto. Ahora era capaz de escuchar a Dios de nuevo. Regresó con una nueva tarea encargada por Dios.
Dios está presente. Tú tampoco tienes que temer. Quiero animarte con un texto de la Biblia:
"El Señor es mi luz y mi salvación, ¿a quién temeré? El Señor es la fuerza de mi vida, ¿de quién me voy a atemorizar?"
Personajes: Relator, Acab, Jezabel, Elías, ángel
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