Home -- Spanish-ES – Perform a PLAY -- 008 (Earthquake at midnight)
8. Terremoto a medianoche
El barco estaba anclado en el puerto. Pablo y su amigo Silas bajaron a tierra y pronto llegaron a la ciudad de Filipos.
En el mercado y en las calles le hablaban a la gente:
Pablo: "Dios os ama. Envió a su hijo Jesús a la tierra para que pudierais conocer al Dios verdadero. Creed en Jesús y seréis salvos."
A Lidia le gustaba escuchar los relatos sobre Jesús y creyó en Él. Pero a otros les molestaba y gritaban furiosos:
Hombre: "Están armando una revuelta. No los queremos escuchar. ¡Que se vayan!"
Volaron piedras, y en cuestión de segundos todo el pueblo estaba agitado contra los mensajeros de Dios. Les arrancaron la ropa y los golpearon con palos. Les dejaron la espalda cubierta de heridas graves. Los llevaron a la cárcel. En una celda oscura y húmeda el carcelero les puso manos y pies en un cepo. Les dolía todo, su espalda ardía de dolor.
Pero la Biblia nos cuenta que los presos no se lamentaron preguntando por qué Dios había permitido todo eso. Al contrario, a medianoche cantaron alabanzas a su Dios.
Entonces sucedió: de repente Dios vino en su ayuda a través de un fuerte terremoto. Las puertas de la cárcel se abrieron y las cadenas se soltaron.
El ruido despertó al carcelero. Su primer pensamiento fue: los presos escaparon. Por miedo a sus superiores quiso suicidarse. Tomó su espada y...
Pablo: "¡Alto!, no te hagas ningún daño. Estamos todos aquí."
Efectivamente, nadie había huido. El carcelero cayó temblando a los pies de Pablo.
Carcelero: "¿Qué debo hacer para ser salvo?"
Pablo: "No tienes que hacer nada. Jesús hizo todo por ti. Cree en el Señor Jesús y serás salvo."
Tan sencillo es. El carcelero creyó y se convirtió en una persona nueva. Ya no maltrató más a los presos, sino que les dio comida y vendó sus heridas.
Al día siguiente los jueces mandaron mensajeros al carcelero y a través de ellos le dijeron: Deja ir a los hombres. Más tarde vinieron personalmente y presentaron excusas por haberles tratado injustamente.
Entonces Pablo y su amigo siguieron contentos su camino y hablaron a muchas otras personas:
Pablo: "Creed en el Señor Jesús y seréis salvos y tendréis vida eterna junto a Dios."
Personajes: Relator, Pablo, Hombre, carcelero
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