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PIEZAS DE TEATRO -- ¡represéntalas para otros niños!
Piezas de Teatro representaciones para niños
70. Esto merece la penaPedro: "¡Que mala suerte! Toda la noche pescamos y ni un solo pescado." Decepcionados y cansados los pescadores remolcan sus botes a la orilla. Toda una jornada nocturna sin resultado. A pesar de eso hay que lavar y remendar las redes. De repente una multitud se apretujaa en la orilla del lago Genezaret. ¡Jesús está ahí! Lo quieren escuchar, siempre vale la pena. Sus palabras dan ánimo y nuevas fuerzas. La multitud empuja, Jesús se queda sin espacio. Jesús: "Pedro, déjame subir a tu bote y aléjame un poco de la orilla." Ahora todos lo pueden oír y ver mejor. Cuando termina de hablar, mira a Pedro: Jesús: "Pedro, lleva el bote a la parte honda del mar. Echen sus redes para hacer una pesca grande." A mi me hubiera gustado ver la cara de Pedro. ¿Salir a pescar ahora? Se sabe que durante el día los peces huyen del calor y se sumergen al fondo. Ninguno entra en una red. Eso Pedro lo sabe bien, él que es pescador. Pedro: "Maestro, pescamos toda la noche y no sacamos nada..." A Jesús uno le puede confiar aún sus fracasos. Pedro: "... pero si tú los dices, echaré la red..." La actitud de Pedro es genial. No se cree un sabelotodo. Escucha a Jesús y eso siempre vale la pena. Junto con los otros suben a sus barcos, navegan hasta el medio y echan las redes. Y el milagro sucede. Atrapan tantos peces que las redes comienzan a romperse. Pedro: "Juan, Santiago, ¡ayúdennos! No podemos solos." Les hacen señas a sus amigos para que se acerquen y así pueden llenar los dos botes de pescados. Hay tanto pescado que casi se hunden. Pedro se asombra de Jesús. Se da cuenta que él es muy distinto a Jesús. Pedro: "Señor, aléjate de mi, soy un pecador." Por suerte Jesús no se aleja, sino perdona a Pedro. Lo mismo hace contigo y conmigo, si le confesamos nuestros pecados. Jesús: "Pedro no tengas miedo. A partir de hoy serás pescador de hombres." Una nueva profesión. Pedro pescaría personas para Jesús, ayudaría para que lo puedan conocer y para que Jesús pueda cambiar sus vidas. Me parece magnífico que Jesús no llama a gente superdotada, sino a gente común como tú y yo, como Pedro. Personas, que oyen sus palabras y se dan cuenta de que vale la pena andar con Él. Personajes: Relator, Pedro, Jesús © Copyright: CEF Germany |