Home -- Spanish-ES – Perform a PLAY -- 027 (Jesus dies on the cross)
27. Jesús muere en la cruz
Niño/a: "Me parece tan despreciable por parte de Judas traicionar a Jesús."
Niño/a: "¿Pero por qué no luchó Jesús?"
Niño/a: "Podría haberse liberado."
Es cierto, podría haberlo hecho, pero tenía que suceder así.
Niño/a: "No lo entiendo."
El Hijo de Dios vino a este mundo para morir en nuestro lugar por nuestros pecados. A consecuencia de la desobediencia y del pecado todos están separados de Dios. Y el castigo o la consecuencia es la muerte. Y con ese castigo nuestro quiso cargar Jesús, para devolvernos la comunión con Dios como el mejor de los regalos.
Niño/a: "Ah, ahora entiendo."
El juez tenía la última palabra respecto a la condena de Jesús. Siempre que el pueblo celebraba la fiesta de la liberación de Egipto, el juez solía indultar a un condenado. Por eso preguntó:
Pilato: "¿A quién queréis que suelte este año, a Jesús o al asesino Barrabás?"
En realidad Pilato quería soltar a Jesús y no al asesino, porque se dio cuenta de que Jesús era inocente, por eso preguntó una vez más:
Pilato: "¿Preferís que suelte a Jesús o a Barrabás?"
Pueblo: "¡Queremos a Barrabás! ¡Barrabás!"
Pilato: "¿Y qué hago con Jesús?"
Pueblo: "¡Crucifícalo! ¡Crucifícalo!"
Y así sucedió. El Hijo de Dios llevó sobre su espalda, herida por los azotes, la pesada cruz de madera al monte Gólgota para morir en ella por nosotros. Cargó voluntariamente con el castigo de muerte que merecemos nosotros por nuestros pecados. Seis horas estuvo Jesús colgado de la cruz. Y antes de morir dijo las palabras más importantes del mundo:
Jesús: "¡Consumado es!"
Se refería a su obra de salvación: la había terminado y completado de manera perfecta.
Después de decirlo cerró los ojos y murió por los pecados del mundo entero.
Y por su muerte en nuestro lugar, cada persona que cree en Él puede tener comunión con Dios y la vida eterna. ¿Lo crees?
Cuando murió el Hijo de Dios, el sol se oscureció a mediodía y un terremoto sacudió a toda la región.
Asustado, el centurión que vigilaba al lado de la cruz dijo:
Centurión: "¡De veras, este hombre era el hijo de Dios!"
Por la noche algunos amigos pusieron a Jesús en un sepulcro hecho en una roca. Pero Él no se quedó en esa tumba. Todavía falta lo mejor de la historia. Te lo contaré la próxima vez.
Personajes: Relator, dos niños/as, Pilato, pueblo, Jesús, centurión
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